Presentamos un estilo
que tenga como base una educación personalizada, teniendo en cuenta el
nivel madurativo, procurando la formación integral y favoreciendo
instancias de comunicación que alienten los sentimientos de identidad y
pertenencia; privilegiando el estilo cooperativo de trabajo como
herramienta indispensable de inserción social.
Creamos un Sistema de Convivencia para mejorar la calidad de vida generando un clima
institucional positivo. Esto implica el ejercicio de una libertad responsable, el respeto por el otro , la tolerancia, la justicia y la
solidaridad.
Para alcanzar estas metas contamos con un Sistema Escolar de Convivencia entendido como el conjunto
de principios, normas, órganos y prácticas institucionales democráticas
que regulan las relaciones entre los miembros de cada institución y
facilitan el cumplimiento de los fines educativos específicos de la
escuela. Adoptamos a Cristo Maestro y a Pedro como apóstol de Cristo
comprometiéndonos en la docencia de la Buena Nueva y en los valores
cristianos. Dicho sistema tiende a promover una “Cultura del Cuidado” en
las relaciones interpersonales. Para tal fin, procuramos ofrecer las
condiciones propicias para favorecer el buen clima de trabajo necesario
para desarrollar la función pedagógica específica de la Institución
escolar.
La escuela intenta llevar a cabo proyectos que favorezcan el crecimiento en espiritualidad,
comunidad y caridad en las dimensiones: personal de cada individuo,
comunitaria en relación con los otros y trascendental: con Dios, con
Jesús, María y Pedro. Fomentamos la educación en servicio a través de
grupos misioneros que actuarán a nivel barrial o más allá de él
propendiendo a una educación evangelizadora cristocéntrica.
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